Durante esta cuarentena en casa, fuera del trabajo, hay que tratar de mantener la salud mental y la mente ocupada para no caer en situaciones de estrés o de ansiedad. Una de las formas que he encontrado de mantener la mente ocupada es limpiar y ordenar la colección de LEGO que tenemos Derek, yo y próximamente Danté.
Realmente no tengo idea de cuántas piezas puede haber, pero estimando entre los sets armados y los sets sin armar y piezas sueltas, puedo estimar por el volumen que ocupa alrededor de 32000 piezas y continua creciendo.
Inicialmente no nos preocupaba ordenarlos pues la cantidad no era tanta, luego la colección paso a una caja de almacenamiento de 58 L la cual llenamos hasta el tope y luego a una más grande de 93 L. Cuando llenamos la segunda caja decidí que esto ya era un problema y que necesitaría organizar las piezas, pues buscar una se volvía una pesadilla y cuando Derek pedía que le armara uno de los sets, lo pensaba hasta tres veces antes de empezarlo.
En Brick Architect existe una guía detallada sobre como organizar colecciones desde pequeñas hasta enormes para no perder tanto tiempo buscando piezas. No es lo mismo buscar una pieza negra entre el montón de piezas negras a tener que buscarla dentro de piezas iguales de diferentes colores y mucho menos a buscarlas en un tanque de 93 L sin ningún orden.
Lo bueno es que existen una serie de estrategias que se pueden seguir para tener organizada la colección, lo primero que hemos estado haciendo desde hace algún tiempo es separarlas por color y las colocamos en cajas plásticas con una capacidad de 5.8 L, de la marca Sterilite. En Panamá, las conseguí en Doit Center.
Una herramienta muy útil para encontrar piezas entre el montón, es la bandeja de embudo (funnel tray). En Panamá no he visto, por lo que adquirí una vía Amazon. Realmente es muy útil cuando cazas una pieza.
La idea es separar por categoría de pieza o por tipo de pieza más adelante y colocarlos en un organizador como este Akro Mills. Solo me falta encontrar algún lugar en Panamá donde conseguirlo.
Luego sería cuestión de utilizar el etiquetado recomendado por Brick Architect y así poder construir más adelante de una manera más rapida.
Mientras organizaba los LEGO por color con ayuda de Derek y mi esposa, Jacqueline, también armabamos unos sets para exhibición en las recámaras de Derek y Danté. Aunque tenga 6 meses, pronto usará LEGOs también. La mayoría de los sets que hay son de la línea LEGO City y poco a poco comienzan a ingresar sets de la línea LEGO Technic y LEGO expert a nuestras filas y también comenzamos a mirar con otros ojos los edificios modulares de LEGO.
La recámara de Danté está en proceso, pero también tiene el mismo número de tablillas y el mismo organizador de 9 espacios. Actualizaré la entrada cuando este terminado.
En conclusión organizar piezas, es una forma interesante (para algunos aburrida…) a manera de rompecabezas para pasar el tiempo y de hecho familiar pues todos hacemos lo mismo en casa, excepto por Danté que quiere comerse las piezas. Por lo pronto a Danté, le espera un tanque de 93 L de bloques Duplo, lleno a su máxima capacidad junto a un legendario Barco Pirata Duplo (7880). Y así tenemos nuestro patrimonio familiar de piezas LEGO.
Con el tiempo hemos notado una serie de problemas con las piezas LEGO. Las piezas blancas, sobre todo en sets viejos, con el tiempo toman un color amarillento y más rápido cuando se exponen a la luz solar aunque no sea directa, esto ocurre por la presencia de compuestos de bromuro que son utilizados como retardante de fuego y en su composición se depositan en su superficie al separarse de los polímeros del plástico reaccionando con el oxígeno del aire, dando esta coloración amarillenta. Del mismo modo el proceso ocurre con las piezas de color gris claro (gris azulado claro). También en una ocasión compramos un lote de piezas y con eso llegaron a la colección más piezas decoloradas y también sucias.
La solución para el problema de las piezas decoloradas es sumergir las piezas en una solución de peróxido de hidrógeno (agua oxígenada) al 3% y exponerlas a la luz solar por espacio de 2 a 3 horas. Este proceso de fotólisis del peróxido de hidrógeno con ayuda de los rayos ultravioleta libera una gran cantidad de radicales libres, que ayudan a eliminar los restos grasos y partículas orgánicas que se encuentran sobre los bloques y a la vez el oxígeno que se ha unido a los compuestos de bromuro es reemplazado por hidrógeno retornando a la normalidad el color. Luego de haber hecho lo anterior, procedemos a enjuagar las piezas y secarlas y al finalizar habremos restaurado a un color y brillo cercano al de fábrica, las piezas. Este proceso podemos repetirlo varias veces en caso que con un solo paso no se logre el nivel de color deseado.
Para limpiar y desinfectar las piezas, sobre todo al adquirir lotes a granel, lo preferible es utilizar una solución de hipoclorito de sodio al 5.5% diluido de la siguiente manera: 15 mL en 5 L de agua. Sumergir las piezas en esta solución por espacio de 10 minutos y luego enjuagar con abundante agua.
El otro problema, sobre todo en sets en exhibición es el polvo. Así que a menos que uno tenga el presupuesto para encerrar en paneles acrílicos los sets armados, dificilmente se salve algún set de este problema.
La solución para esto, sería utilizar una lata de aire comprimido para soplar todo ese polvo. Sin embargo además de eso, prefiero desmontar el set en partes grandes y utilizar un cepillo de dientes para retirar el polvo de manera más efectiva.
Para limpiar las telas que incluyen algunos sets, sobre todo los galeones se pueden lavar a mano en una solución de agua jabonosa con bastante cuidado y luego dejar secando al aire libre. Para dejarlas como nuevas, las podemos poner entre 2 toallas y luego aplicar la plancha con la temperatura al máximo por un tiempo corto (unos 30-45 segundos máximo).
Y así con estos detalles trato de mantener la creciente colección LEGO (mía y de mis hijos por supuesto) lo más conservada posible.
@linkmoises
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