Hace dos años coincidiendo con la pandemia, la Escuela Juvenil de Música (EJM) paso de las manos del Ministerio de Cultura (anteriormente INAC) al Ministerio de Educación, junto a todos los problemas administrativos que esto acarrea.
Este año, los padres de familia, nos hemos enfrentado a la falta de docentes y que la EJM no esté oficialmente reconocida por el MEDUCA ya que no tiene una malla curricular oficial. Por las gestiones del Director Oliva, hay un plan bastante ambicioso desde el punto de vista académico y que está en desarrollo aún, el cual trata de llevar la educación musical a un nivel académico alto, pero implica también mayor dedicación y carga horaria para los estudiantes.
Mientras se resuelven estos temas administrativos y sobre todo por la falta de nombramiento de su profesora, Derek, tristemente, no ha dado clases en lo que va del año salvo por algunas evaluaciones que le ha hecho su profesora de manera virtual.
Por fortuna, existe la Fundación Sinfonía Concertante de Panamá, una asociación sin fines de lucro que se dedica a la enseñanza, interpretación y apreciación de música clásica a niños en Panamá. En febrero, FUNSINCOPA organizó el Campamento Musical de Verano, una semana intensa de trabajo que culminó con un bello concierto en el Teatro de Ciudad del Saber. De abril a diciembre tienen su programa regular, así que por ahora Derek asiste de manera sabatina a ensayar con la Orquesta Narciso Garay.
Esto me lleva al dilema existencial de que Derek solo práctica música para orquesta, la cual no hace mucha gracia tocar solo, ya que la magia se encuentra en la interacción con el grupo y esto lo desmotiva. Sumado a que también domina la mayoría de las piezas del Suzuki I y el mismo me ha dicho que le aburre tocar lo mismo, sin mencionar que también las ha memorizado en su mayoría.
Pensando en todo esto y leyendo aquí y allá sobre pedagogía del violín, me topé con un escrito en algún lugar ya perdido entre las cantidades de pestañas del navegador que hacía alusión a una entrevista a Ithzak Perlman sobre cómo estudiar y practicar violín en casa. En ella, recuerdo que decía el texto, Perlman recomendaba practicar de manera estructurada 10-15 minutos de escalas y arpegios, 10-15 minutos de etudes y 10-15 minutos alguna pieza musical. Viendo esto, caí en cuenta que el Profesor Héctor Tarpinian, mi profesor de violín, hace muchos años atrás usaba esa estructura en la clase conmigo. A diferencia de Derek que utiliza el método Suzuki combinado con algunos otros libros.
Por mi trabajo no siempre estoy disponible para supervisar a Derek cuando practica, debido a mis turnos rotativos. Lo mismo ocurre con mi esposa. Por fortuna, Derek ha desarrollado la disciplina de estudiar solo, aunque últimamente se me está volviendo algo flojo.
En este proceso, los padres jugamos un rol fundamental para motivar a los hijos que practican algún instrumento, incluso con mayor razón en mi caso pues también tocó violín. Por este motivo, le hice un formato para que con honestidad y autodisciplina lo llené día a día con una serie de objetivos y metas a cumplir. No estoy pretendiendo reemplazar todo un plan de estudios de una escuela de música, sino estructurar la práctica en casa para que sea más provechosa.
Para escalas y arpegios utiliza el libro Whistler – Scales in first position for violin. Para études tengo el Wohlfahrt Op. 38 Easiest elementary method y los libros Herfurth – A tune a day for violin: Book 1 y 2. Para piezas tengo el resto de los Suzuki, piezas de música típica panameña y algunas piezas que les hago arreglo para dúos o tríos. En Internet hay muchos métodos para violín que datan del siglo XVIII, XIX y XX, en este enlace podrán descargar algunos.
Al comenzar la semana, Derek, escribe que sabe hacer bien y realiza las actividades o ejercicios que le marco en intervalos de 10 minutos donde va marcando los días que practica. El viernes entonces llena la línea que dice que le cuesta trabajo. Para el día sábado asista los ensayos de la Orquesta Narciso Garay y en algún momento durante el día que podamos practicar los dos juntos revisamos las fallas o problemas que tiene y buscamos una solución al problema. Para la semana siguiente, los ejercicios donde hay alguna dificultad los ingresamos en la categoría otros para reforzarlos.
Para mantener a Derek «en ambiente», asistimos regularmente a conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional y le hago arreglos de música de los videojuegos que le gustan para que se divierta tocando. También en época navideña he arreglado algunos villancicos que tocamos juntos.
La idea de todo esto no es que Derek se vuelva un Paganini, Sarasate, Bruch, Perlman, Menuhin o Vengerov, sino que se sienta desafiado por retos que con esfuerzo pueda superar sin llegar a frustrarlo y que se divierta en el proceso.
@linkmoises
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